Escrito por Adrian Ramiro Paredes Loza
Para comenzar entendemos por
educación virtual al medio de enseñanza y aprendizaje sin fronteras que
consiste en la interacción de docentes y estudiantes de forma no presencial en
un entorno digital con la utilización de nuevas tecnologías e internet. Así es,
la educación virtual abre un abanico de posibilidades sin límite para potenciar
la educación, puede significar tanto para docentes y estudiantes un impulso que
rompa con el viejo molde de la clase magistral, aun tan vigente en nuestro país
y pasar a un verdadero intercambio de conocimientos. La educación virtual no es
nueva, su origen y desarrollo se encuentra ligado al avance del internet como
una herramienta de interconexión, así desde finales del siglo pasado muchos
países comienzan a idear formas de integrar la educación presencial con la
educación virtual constituyéndose al día de hoy en una forma de aprendizaje
central en muchas latitudes facilitando la adquisición de conocimientos con
diferentes personas alrededor del mundo.
En diciembre de 2019 aparece
un nuevo virus en la ciudad china de Wuhan comienza a generar noticia y a
expandirse por el mundo, hasta el momento, según la universidad Johns Hopkins
de Baltimore en Estados Unidos, el Covid-19 se encuentra presente en 137 países
y existen 3.516.240 casos, pero más allá de los datos este virus generó un
cambio radical en la rutina de mucho sino de todos, las labores educativas
fueron las primeras en suspenderse ante el riesgo de que la población estudiantil
resultase afectada, de manera casi inmediata surgieron muchas interrogantes
¿qué hacer con las clases? ¿detenerlas hasta que termine la cuarentena? De
pronto las mentes burocráticas encargadas de la educación en todos sus niveles
presentaron a la educación virtual como la solución al problema, así desde
nivel primario incluso en algunos casos inicial y hasta los niveles superiores
se volcaron a las redes desde diferentes plataformas intentando continuar con
las actividades.
Sin embargo la educación
virtual no consiste en dejar tarea subiéndola a una red social o una plataforma
educativa y con un video o un conjunto de documentos (words, pdfs, etc.)
suponer que los estudiantes están aprendiendo, retornando al concepto de
educación virtual recordaremos la vital importancia que tiene la utilización de
nuevas tecnologías para la interacción, esto implica una capacitación, mínima
aunque sea (pero lo ideal sería una capacitación alta) de ambos sujetos es
decir estudiantes y docentes en la utilización de plataformas, significa que el
docente tiene la posibilidad de incluir en su explicación y desarrollo de
temas, videos, artículos y documentos extras, implica que los estudiantes
tienen los medios necesarios para acceder a estas clases virtuales y realizar
las actividades asignadas. No es una forma de improvisación para salvar el
momento.
Aterrizando en el plano de
la educación superior las dudas crecen mucho más, ¿será que mi universidad
tiene planes y proyectos de educación virtual? ¿mi docente está preparado para
las clases en línea? ¿los estudiantes fueron informados sobre la utilización de
plataformas digitales? ¿tenemos los medios para acceder a las clases virtuales?
¿Cómo evaluará el docente? ¿todos pueden acceder en condiciones de igualdad?
¿algún estudiante correrá riesgo de perder una materia solo por no tener los
medios para acceder? Estas son solo algunas de las preguntas que nos hacemos y con seguridad que si estas propuestas
no emergen de proyectos y planes serios muchas de estas cuestionantes no
tendrán respuesta.
Por todo esto el coronavirus no es la crisis de la educación
boliviana solo desnudó las terribles falencias educativas, la aplicación de la
educación virtual no debe ser utilizada como
forma de improvisación, si bien antes no existieron los planes, o
existiendo no son aplicados en forma general, para llevar adelante esta gran
tarea debemos enfatizar en la necesidad de realizar proyectos de reformas para
la aplicación de educación virtual y educación presencial, (cierto es que no es
fácil implica una serie de actividades y
modificaciones - v. gr. formación docente, capacitación estudiantil, inversión
en calidad de internet, medios físicos- todos estos y más son necesarios) para
que así ambas se complementen y ayuden para una mejor formación a nivel escolar
y profesional.
Bibliografía
García Lorenzo
(coordinador), “De la educación a
distancia a la educación virtual”, Lima, Ariel, 2007 disponible para
descarga en: https://www.researchgate.net/profile/Lorenzo_Garcia-Aretio2/publication/235794287_De_la_educacion_a_distancia_a_la_educacion_virtual/links/0f3175331b5c898fdb000000.pdf
Mogollón Ramón, “¿Cómo sacarle provecho a la enseñanza
virtual?” disponible en: https://blog.hotmart.com/es/ensenanza-virtual/
Justiniano Silvia, Alejandro
Esther y Quinteros Lucy, “Desafíos de la
educación virtual en Bolivia”, disponible en: https://educacionvirtualbolivia.weebly.com/

Con una línea retrospectiva de lo ya decidido se demuestra lo que actualmente nos aqueja, gracias al escritor :3 por demostrarnos ello.
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