Escrito por Julio T. Quispe Cano
No
es de extrañarse los estragos que ha provocado la pandemia del coronavirus
tanto a nivel internacional como nacional, en un principio deberíamos definir a
que se denomina “coronavirus”, según la OMS, es una extensa familia de virus,
algunos de los cuales puede ser causa de diversas enfermedades humanas, que van
desde el resfriado común hasta el SRAS (síndrome respiratorio agudo severo).
El
coronavirus o COVID 19 es una cepa particular de coronavirus que no había sido
identificada previamente en humanos.
Han
pasado alrededor de casi 9 meses desde que se dio a conocer un caso
extraño y con muchas teorías al respecto; una persona con una extraña
enfermedad denominada coronavirus del cual, a pesar de haber pasado varios
meses y que se lo haya estudiado mucho por científicos y especialistas, a la
fecha no se ha descubierto el origen de este, dando lugar a formular teorías
muy diversas como la de la sopa de murciélago, o el consumo de animales
silvestres y otras, un tanto ocurrentes, como ser de un castigo divino o
designios de pueblos antiguos. Sin embargo, todo esto de un nuevo tipo de virus
para Bolivia aún era una cosa de otro mundo, como algo que nunca iba a llegar e
incluso era sujeto a burla en medios de comunicación y redes sociales, ello
quizá fuera producto de nuestro desconocimiento u ignorancia del tema, siendo
casi siempre practica de burla o poca atención a temas que se ignoran.
Estamos
ya a meses del primer caso y cientos de infectados, muertos registrados en el
país y aquello que parecía tan extraño y quizá inimaginable es tan latente
en nuestro día a día, no debo hacer una formula o cálculos para demostrar al
lector que ha llegado a cada familia, a cada barrio, municipio y departamento,
como una muestra de ello cada persona ha tenido, tiene o conoce de algún
familiar o amigo que está pasando por esta enfermedad o ya la ha superado.
Pero
que ha pasado todo este tiempo, con el paso de los días hemos sido testigos de
algo que incluso me atrevería a decir que en décadas no se ha visto, una
cualidad que se ha criticado demasiado en nuestra sociedad boliviana y que
incluso se ha dicho que la juventud desconoce su significado, “solidaridad” es quizá algo muy poco
practicado previo a la pandemia, con ello no digo que no existía sino que tan
solo eran acciones aisladas. A partir de la propagación del
coronavirus en nuestro país presenciamos que personas se reúnen y agrupan con
el propósito de ayudar a los menos afortunados, que sacan un poco de tiempo
para repartir un poco de felicidad, personas que invierten incluso de sus
propios recursos para comprar alimentos para otras que no tienen la posibilidad
de hacerlo, que incluso arriesgan su propia salud e integridad física para
entregar alimentos e insumos básicos a áreas desprotegidas y olvidadas por el
actual y anteriores gobiernos, quizá como país estemos retrasados, quizá seamos
un país más tercermundista, quizá seamos olvidados muchas veces a nivel
internacional y sobretodo no contar con un hecho o con héroes que nos hagan
sentir orgullosos de ser bolivianos, pero lo que se está viendo por parte de
personas mayores, jóvenes y gente de diferentes clases sociales es mucho mejor
que ello, es momento de darnos cuenta que no importa ser diferentes unos con
otros, no interesa que todos nos digan que no tenemos esperanza como país y que
la juventud está perdida, día tras día con acciones como la presentada
anteriormente podemos demostrar lo contrario, con héroes anónimos podemos ser
un país mejor.
“Cuando
los hombres se ven reunidos para algún fin, descubren que pueden alcanzar
también otros fines cuya consecución depende de su mutua unión”. Thomas
Carlyle
BIBLIOGRAFÍA
OMS.
(2020). COVID 19 - CORONAVIRUS. JUNIO, de OMS Sitio web:
https://www.bupasalud.com.bo/salud/coronavirus#:~:text=El%2031%20de%20diciembre%20de,una%20nueva%20cepa%20de%20coronavirus.
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